martes, 1 de diciembre de 2009

El general en el lecho fúnebre

Adys González de la Rosa - desde Buenos Aires



Cierta fascinación por los muertos atraviesa el imaginario político argentino en el teatro. Una de sus aristas es la evocación en escena de cuerpos cuya materialidad quedó escindida de la historia. Desde Eva Perón de Copi hasta obras actualmente en cartel como Perón en Caracas de Lamborghini o Muñequita o juremos con gloria morir, de Alejandro Tantanian. Se trata de obras que dialogan con Vidé/La cinta fija de Vicente Muleiro, dirigida por Norman Briski.
Este espectáculo trabaja en la composición de Jorge Rafael Videla. Plantea un retrato que ubica en primer plano tanto la intimidad como las divagaciones del dictador con respecto a su funeral. La obsesión de un hombre por la posteridad y los arreglos para su muerte develan un plano personal, no biográfico, del genocida.
Y para eso, la obra conjuga sueños, breves situaciones domésticas junto a documentos periodísticos que arman el universo del personaje, Lo hace con relación a su familia pero fundamentalmente, su vínculo con la iglesia y la institución castrense; instancias que le otorgan el único código que rige su vida.
El público se distribuye de manera bifrontal a la escena. La puesta utiliza todo el espacio de la sala, a modo de pasarela y aprovecha la cercanía con el espectador. Allí, se instalan Vidé (Marcelo D´Andrea) y Biondi (Marcelo Mazzarelo), un cómico que lo asiste en su deseo de ser un “muerto digno”. La puesta despliega múltiples niveles de lectura a partir de la composición del dictador. Concreta una extraña comicidad, evitando la parodia, como elemento clave para entender al personaje.


La actuación se basa esencialmente en un despliegue físico, sobre todo en la interpretación de las microescenas (sueños, recuerdos) que se desarrollan en diferentes lugares del espacio. Los actores cambian de vestuario constantemente, mudan las capas que los cubren. Vidé empieza con ropa deportiva, sobre la que va incorporando, junto con su ascensión militar, sus uniformes hasta terminar en el camisón del lecho fúnebre. Mientras que Biondi ocupa los roles de maestra, cadete, párroco, periodista...
La escenografía es mínima, con predominio de grises, y contrastes de blanco y negro, el retrato, el ataúd, la bandera argentina gris, la cinta fija sobre la que se entrena Vidé hasta desfallecer. Sólo por momentos aparecen pequeños detalles de color como la alfombra roja o El gauchito del Mundial 78.


Mientras que el texto desarrolla una estructura fragmentaria, con saltos y quiebres en la unidad. Incorpora fragmentos del discurso de Videla en la inauguración del Mundial, donde el juego con la palabra y la repetición a veces enriquece o desfigura la locución, como si las ideas se escaparan y dejaran ver la mueca escondida, la traición de un pensamiento que en sus fisuras discursivas devela sus más crudas verdades.

(Publicado en Revista Ñ, 5 de septiembre de 2009)
Vidé La cinta fija
Dramaturgia: Vicente Muleiro
Actúan: Marcelo D´Andrea y Marcelo Mazzarello
Dirección Norman Briski

No hay comentarios:

Publicar un comentario