domingo, 17 de mayo de 2009

Acerca de Visiones de la Cubanosofía

Juan José Santillán- desde Guayaquil
En el vasto territorio de una memoria esencial, escrita como reflejo del cuerpo, se sumerge la última creación de El Ciervo Encantado, dirigido por Nelda Castillo. Visiones de la cubanosofía, irradia una teatralidad tan extrema como compleja en el recorrido sobre la identidad cubana.La obra entabla una convención con el espectador que exige un entramado de asociaciones y localismos. Pero también produce secuencias e imágenes que atraviesan radicalmente el sentido. En todo caso, el asunto no es la perfección de lo decodificado, sino la resonancia en el público de esas ruinas de identidades, espacios y destierros presentadas por el grupo.El espectáculo no construye una linealidad ni un despliegue de personajes; es atravesado por motivos. Desde allí articula contrastes que definen las situaciones. Los intérpretes –Lorelis Amores, Mariela Brito y Eduardo Martínez-- evocan, con potentes y precisas actuaciones, figuras anquilosadas en su significado y resonancia. Evocar, será en Visiones… dislocar aquello que ha sido manoseado por los clichés del “ser nacional”.De allí, un José Martí agotado que merodea como presencia y no emite palabra; la Virgen de la Caridad y su dualidad “el conquistador”; Ochún, reina de la fritanga, derruida y en trance. Estas figuras, entre otras, accionan sobre un dispositivo de andamios.La escenografía evoca esa estática milagrosa que sostiene los edificios de La Habana y otras ciudades cubanas. Mientras que los textos, salvo José Martí y Reynaldo Arenas, son escrituras periféricas, casi desconocidas en Cuba. Allí, el lugar de Alfonso Bernal del Riesgo –autor del ensayo que da título a la obra-- y Severo Sarduy.Sin embargo, el texto es excusa para confrontar los sentidos del espectador. Desgarradoras secuencias, por ejemplo, donde un intelectual intenta ponerse en pie y escribir a máquina las calles de la Habana Vieja: “Amargura-Soledad-Lealtad”. Y ese acto de permanecer y resignificar lo conocido es, como el adiós a la isla, un acto de pujanza doloroso.

Visiones de la Cubanosofía
Grupo: El Ciervo Encantado (Cuba)
Dirección: Nelda Castillo
Intérpretes: Lorelis Amores, Mariela Brito y Eduardo Martínez
La obra formó parte del 11° Festival Internacional de Artes Escénicas de Guayaquil. Septiembre de 2008.

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