domingo, 17 de mayo de 2009

La historia de un intento absurdo

Adys González de la Rosa - desde Buenos Aires

Una ciudad superpoblada, reventando de oficinas y personas que dedican sus vidas a ella o al menos allí transcurre gran parte de las mismas. Gente con la que coincidimos cada día y de la que no sabemos nada, con las que no compartimos nada. Cómo sorprende descubrir lo que hay detrás de cada una de estos “grises” personajes. Una empresa más que se entrega a la modernización de su tecnología y olvida en el tercer cuerpo del edificio a su antiguo departamento de distribución de cartas y correspondencia, caducado ya con la aparición del correo electrónico. La crisis de una pareja que se cruza y un punto de coincidencia en el que todo estalla. Tercer cuerpo (la historia de un intento absurdo), de Claudio Tolcachir, nos habla de la cotidianidad, de la vida que pasa sin grandes sucesos, de personajes que intentan cambiar su situación todo el tiempo pero no lo consiguen, se hunden y se hunden a cada paso. Todo esto suena muy trágico, sin embargo en la obra está tratado con humor, simpatía, inteligencia. El espectador ríe aunque en el aplauso final, sucede que estás tan emocionado, de qué te ríes, de qué has estado riendo, ¿de la desgracia de la vida cotidiana?, ¿de tu desconocimiento y desinterés por el que te rodea?, ¿de la deshumanización de la ciudad?, ¿de la sociedad en la que vives? Es angustioso el camino que recorren sin lograr nada, porque nunca se entregan, lo intentan, la pregunta que se repite tras cada fracaso: ¿Cómo hace la gente?El espacio multifuncional, la esquina de una habitación amueblada, creada por Gonzalo Córdoba Estévez, en la que se mueven cinco personajes y que es a la vez oficina, casa, consultorio, restaurante o discoteca gay. Sin mover un elemento, cruzando perspectivas o superponiendo planos, da la sensación de habitar cada uno de estos sitios. La fuerza del trío Ana Garibaldi (Sandra) que encabeza y arrastra la acción, José María Marcos (Héctor) y de Daniela Pal (Moni) logran momentos verdaderamente simpáticos, manejan con virtuosismo las pausas y los silencios. Desde afuera está el conflicto de dos jóvenes que no saben quererse, al menos no de una manera noble. Magdalena Grondona (Sofía) y Hernán Grinstein (Manuel) protagonizan una historia de amor angustiosa con toques muy dramáticos pero mesurados y que intervienen y coinciden en un punto clímax. Destacaría, además, como detonante de esta tensión el excelente diseño de la iluminación de Omar Possemato, la lámpara que titila, las semipenumbras, hasta el oscuro total.Sin dudas, Tercer cuerpo habla de la soledad de Buenos Aires y de todas las ciudades del mundo, del estar solo en la compañía, de rumiar nuestros fracasos y seguir viviendo, buscando la fórmula de “la gente” para que todo “funcione”.

Tercer cuerpo (la historia de un intento absurdo)
Dirección: Claudio Tolcachir
Intérpretes: Ana Garibaldi, José María Marcos, Daniela Pal, Magdalena Grondona, Hernán Grinstein

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